sábado, 30 de abril de 2011

Hey! Teachers! Leave them kids alone!

¿Esto estaba permitido en el protocolo?
En la madrugada del jueves -para nosotros- se hizo la muy gastada y publicitada "Boda Real" del Príncipe William de Inglaterra y su novia Kate Middlenton.
Muchos del resto de los mortales -que somos mayoría en el mundo- no entendemos del porqué se ponía tanta atención en dos personas que se casan. Hasta ahora no me cabe en la mente del porqué todos los canales tenían que transmitir minuto a minuto lo que pasaba. ¿Qué hizo de bueno el Principe Guillermo para acaparar tanta atención?
Si hay un país que se jacta de su buena educación y respeto de las leyes, ese es Inglaterra. Allí -supuestamente- por la rigidez académica y la formación que reciben, viven los hombres y mujeres más cultos.
Tanta cultura y buena educación por lo visto que no es proporcional al razonamiento. No se puede entender cómo miles de personas se vuelquen a las calles sólo para ver cómo unos pocos privilegiados hacen ostentación con el dinero fruto del sacrificio de ellos (los ciudadanos ingleses) que ya se pasan de generosos: además de pagarle la boda, los rolls royce, la vida lujosa y todos los caprichos, aceptan ir a la boda como invitados de segunda o como curiosos que van a mirar (desde lejos) un banquete que no pueden probar pero pagado por ellos mismos.
¿Tanta educación para qué? Si no les permite razonar ni darse cuenta que son usados, que son un ladrillo más en este muro de la desigualdad.
Si la sabiduría no te llega en el momento para darte cuenta que están controlando tu pensamiento, que te convierten en un títere, entonces, no sirve para nada.

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